martes, 30 de diciembre de 2008

Reflexiones al azar

Hace tiempo que tengo la inquietud de crear un blog para hablar sobre temas que me interesan. No sé muy bien cómo enfocarlo, ni cómo empezar. No me apetece mucho presentarme, eso ya se irá viendo. Tanto pensar en cómo iniciar algo, a veces, al final, no lleva a nada. Así que empezaré, sin más rodeos, escribiendo unas reflexiones que últimamente vengo haciendo sobre un tema tópico pero no por ello poco importante: los hombres y las mujeres.

Y quizá porque han habido algunos cambios en mi vida, como la finalización de una relación con alguien que a pesar de que me gustaba mucho, me hacía daño; o quizá porque simplemente ha llegado un momento en mi vida, en que me toca reflexionar sobre eso, a menudo, ahora que paso sola mucho tiempo, en la calle, en los bares, en los eventos a los que asisto…suelo fijarme en determinadas actitudes que antes pasaba por alto. Y no sé si todo el mundo percibe lo mismo que yo, o si soy la única que se da cuenta de que, de alguna forma, en algo nos estamos equivocando.

El sábado pasado asistí a una fiesta de unos amigos unos cuantos años más jóvenes que yo, ellos tienen veintimuchos y yo treintaymuchos. Asistí porque le tengo cariño al anfitrión que inauguraba su piso, y porque tampoco tenía nada mejor que hacer, pero mi idea era estar un ratito, tomar algo e irme con unos amigos a la discoteca. Pensé ¿qué pinto yo en una fiesta de veinteañeros? A veces enfocamos las cosas ya de entrada, de una manera que nos limita, y creo que no debería ser así, en esa fiesta estaban tres chicos a los que adoro, y con algunos de ellos conecto de forma especial, en definitiva, son amigos de verdad, que admiro y respeto y con los que puedo mantener conversaciones dignas de ser tenidas, cosa que últimamente valoro mucho, tanto en hombres como en mujeres. Y la verdad es que, ignorando el hecho de que al final me comí unos quicos que me sentaron fatal y tuve que irme a mi casa a las 2 am vomitando por toda Barcelona, yo, el sábado noche, me lo pasé bien, me sentí a gusto, querida y hasta deseada.

Observé, la presencia de otras mujeres, más jóvenes que yo, sobre todo un grupito de chicas, muy monas ellas, muy altas y muy arregladas, que conversaban entre ellas. Los chicos querían acercarse, y cuando lo hacían, ellas, les sonreían y hablaban un rato, hasta que el chico en cuestión se cansaba y volvía a nuestro grupo, con comentarios del tipo: “éstas necesitan un par de copas más para hacer con ellas lo que quiera”, “están muy buenas pero no puedes hablar con ellas más de dos minutos”, etc. Después habían otras, muy monas también, que venían con pareja, y estaban integradas en algún grupo junto a su novio.

No sé, desde mis 37 años, observaba aquello, y me sentía como por encima, como si no fuera conmigo, pero, a la vez, tenía la sensación de que sí, sí que iba conmigo. Porque mi primer impulso fue pensar: ¿qué quieres? Si tienen 20 años, ellos funcionan con la polla y ellas aún creen que llegará su príncipe y se casará con ellas. Y esa forma de verlo, me hacía entenderlo y no criticarlo. Sin embargo, mi voz interior, a la que últimamente estoy aprendiendo a escuchar, me decía que sí, que sí que era importante. Que es ahí e incluso antes, cuando el caldo de cultivo de lo que serán las relaciones sentimentales de una persona, empieza a hacer xup, xup. Cuando los hombres piensan que las mujeres somos tontonas a las que hay que engañar con palabras de amor para poder follarnos. Y las mujeres vivimos en la inopia de que cualquiera de aquellos sapos puede convertirse en príncipe si conseguimos que sienta lo maravilloso que es ser querido por una mujer.

Y pensé que probablemente, aquellas chicas monas con aspecto de tontas, no debían ser diferentes a mi unos años antes, y aquellas otras que por tener un novio, se sentían con más libertad para integrarse entre los grupos y tener conversaciones más variadas con unos y con otros, tampoco. Por que esta sociedad, desde muy temprana edad, te inculca la idea de que con pareja somos seres más completos. Después crecemos y encontramos diferentes formas de buscarla, nos hacemos más tradicionales, más liberales, nos vestimos conforme a ello…nos vendemos. Y empezamos a tener experiencias más o menos frustrantes.

Por que aquellos chicos, mis amigos, todos, habían pasado por relaciones intensas que acabaron en soledad, y se comportan ahora, como si las mujeres fueran sólo objetos a los que acceder para pasar una noche, y sin embargo yo los conozco, y ellos, todos, son tipos fantásticos que anhelan encontrar a alguien que les proporcione aquello que una vez sintieron dentro de una relación que finalizó - por que en esta vida todo acaba - con una mujer a la que en su interior tienen idolatrada. Y seguramente, a aquellas chicas, que no conozco, también les pasaría algo parecido. Si es así, si todos buscamos cosas parecidas, ¿por qué nos empeñamos en concluir que hombres y mujeres somos distintos? ¿qué nosotras somos manipuladoras y ellos unos cabrones materialistas sin escrúpulos? ¿en qué nos equivocamos? ¿cómo vamos a conseguir así relaciones auténticas?.

Algo me dice que la cosa va de corazas. Hay una edad, la que sea, cuando aparece el primer amor, en la que hombres y mujeres nos entregamos sin reservas a quien creemos que será la persona con la que compartiremos nuestra vida. Y lo hacemos todos sin excepción, y nos sentimos especiales, tocados por la varita mágica de la felicidad más absoluta. Después la relación se desarrolla, y empiezan las decepciones. De entrada porque, gracias a Dios, el primer amor no suele ser el último, las personas evolucionamos cada día y nos convertimos en seres distintos que ya no tienen tantas cosas en común como al principio; y más tarde, porque prescindir de esa ilusión, ese amor y ese cariño que se ha generado, duele, cuesta reconocer cuando acaba y se convierte en dependencia y en miedo. La relación finaliza o continúa corrompida, y da igual quien sea el culpable, se abre una grieta insondable en nuestra alma, que intentamos cubrir desesperadamente con otra relación, con un amante o con ideas tópicas del tipo, todas las mujeres son unas manipuladoras y todos los hombres unos capullos. Pero es sólo nuestro miedo a sufrir lo que nos hace pensar así, y en eso, sí que somos iguales, hombres y mujeres. Las siguientes relaciones que iniciemos están abocadas a la desconfianza, a la mentira y a la autoprotección. ¿hay solución a eso? No lo sé.

Quizá todo venga de esa idea falsa de que hay que estar en pareja para estar completo, y a partir de cierta edad, formar una familia. Quizá si no nos aferráramos a las relaciones que ya no tienen nada que ofrecernos, y nos dedicáramos a cultivarnos más a nosotros mismos, todo eso no se produciría. Pero no lo hacemos, perpetuamos relaciones que nos hacen daño, que nos incomunican, y acabamos, durmiendo con personas que apenas conocemos. Intentando evitar la soledad, acabamos más sólos que la una. No creo que sea algo que pase en la veintena y se arregle en la treintena cuando los hombres deciden sentar la cabeza y las mujeres escuchan la llamada de la maternidad. Observo las parejas estables en edad adulta y no me parece que sean un ejemplo de que las cosas se arreglan con el paso del tiempo. Las mujeres siguen quejándose de los hombres y viceversa. Sólo hay que ver las estadísticas de divorcios ¿y qué? Si nos separamos y volvemos a caer una y otra vez en los mismos errores. Pero si todos somos seres humanos ¿Por qué nos cuesta tanto abrirnos y relacionarnos?

Cuando discutía con una de mis parejas, éste solía decirme que al final “yo era como todas”. Eso a mi me exasperaba. Cuando lo dejé, me escribió un mail donde me decía que no, que yo no era como todas. Y pensaba que diciéndome eso me estaba adulando. Quizá otras sí que lo considerarían así, yo cuando lo leí, pensé que no había entendido nada. Yo soy como soy, abierta a todo aquel que quiera conocerme. Lo que me molestaba realmente, era estar con un hombre de mentalidad primitiva que opinara que existe el concepto “cómo todas”, y encima lo utilizaba peyorativamente. Decía que él no era machista, que tenía muchas amigas, y sin embargo no era capaz de aceptar que una sola siquiera de esas amigas que tenía, no lo desease. Y así coqueteaba con todas. Sin mala intención, quizá, pero en el fondo, eso es una muestra de que los hombres no conciben que somos seres como ellos, que no somos las princesas tontas de un cuento que nos pasamos la vida durmiendo hasta que el príncipe viene a despertarnos con un dulce beso.

Y lo que me indigna realmente, es que muchas mujeres hemos creído eso. Hemos pasado por muchos años de nuestra vida sólo de pies puntillas pensando que algún día llegaría un hombre que nos proporcionaría la felicidad. Pero es que ellos también. Cuando la felicidad está ahí, en la vida, en los cafés con los amigos, en los libros que leemos, en los conciertos, en las miradas, en los reencuentros y en los viajes internos o externos que realizamos. Somos auténticos desde que nacemos, aunque luego vayamos perdiendo poco a poco esa autenticidad en pos de los miedos y de las ideas que nos inculcan. Todo está mucho más relacionado de lo que creemos, nuestras relaciones con nuestra vida en general, la sociedad de consumo… Claro que yo no quiero estar sola, claro que quiero compartir mi vida, mi amor, mi cariño, mi sexo pero … no a cualquier precio … nunca por encima de mi autenticidad y de mi propia dignidad. Por que no me considero menos que nadie por estar sola, por no tener hijos. Por que no quiero dejar de ser yo por estar con alguien que no merece ni valora el amor auténtico que yo le ofrezco.

Y por eso creo que debemos luchar contra la postura más fácil de encasillar a las personas en grupos que actúan de una determinada manera. Debemos intentar entendernos en la individualidad, aceptando, que todos somos seres humanos viviendo esta maravillosa aventura que es existir. Cuanto antes nos demos cuenta, antes dejaremos de ser seres amargados, llenos de miedo e incapaces de tomar decisiones por nosotros mismos.

Y esta reflexión es la que creo que quería hacer hoy para iniciar este blog.

Hasta la próxima!

Bridget (empiezahoy)

11 comentarios:

  1. Primeeeeeeeeeeeeee!! guapa, bienvenida a la bloggesfera XD ojito que esto engancha! un besote

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  2. Un beso, Evita, me lo guardo para leermelo. Bienvenida a la bloggesfera, como dice Brie. ;)

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  3. Molt bé, Eva, m'ha encantat, estic super emocionda,la resaca crec que influeix el meu estat!!!jejeje...

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  4. No m'espanten els escrits llargs, de manera que l'he llegit tot i amb calma. Jo ja m'ho miro des dels cinquantes i havent estat amb la mateixa parella dels 20 als 45, per tant m'he perdut l'experiència de veure les vel•leïtats dels que tenen vint-i-tants o trenta-molts. Potser això és un avantatge, des del punt de vista que la distància aporta perspectiva. Quan em vaig separar, i per sorpresa meva, em vaig adonar que les dones soles de més de quaranta podien ser la cosa més freda i despietada que et podies trobar: devoradores d’homes molt més caníbals que els més ferotges devoradors de dones que han donat lloc al tòpic que l’home pensa amb els collons. Segurament, aquestes dones buscaven el príncep blau, però donant-se elles mateixes una treva en aquesta cerca, de manera que abans de trobar-lo s’haguessin pogut enllitar almenys amb una cinquantena de persones l’any. Explico això perquè sembla que és el futur de molts d’aquests que van fent la papallona en els seus vints i trentes, tal com presagies tu, d’alguna manera, quan parles de la buidor que es va covant ja en una època primera.
    La meva conclusió és que en general es fuig de l’autenticitat, de dir i fer allò que es pensa i/o que es desitja de debò. La causa sol encabir-se en l’orgull (vanitat o com en vulguem dir) i en la por (de prendre mal, etc.) i totes dues coses vénen dels nostres complexos. Volem tapar que tenim el nas tort posant-nos unes bones botes, volem tapar la nostra incapacitat de donar o rebre sentiments importants lliurant-nos a jocs de llit merament libidinosos... Però això no ho sabem o no volem saber-ho.
    Suposo que no es tracta d’escoltar l’interior en abstracte: l’antídot o el remei és escoltar (i això que diré és realment molt difícil) la ment, el cor i l’impuls (l’instint), i fer-ho per separat sense deixar-se caps per lligar. Són centres diferents que sempre estem confonent o que interfereixen entre ells i que hem de destriar, no teòricament, sinó sobre el terreny.
    Els grans productors de semen poden creure que són enamoradissos, quan en realitat tenen una necessitat merament biològica de descarregar com i quan sigui; així de senzill.
    Les lletges (les que creuen que ho són, vull dir) són possiblement les més afeccionades als somnis de prínceps blaus, quan potser tot es fruit d’entelèquies, de poca vida sexual, o de continuar les consignes rebudes de la família, sense gaire ànim crític. Etc., etc.
    Hauríem d’escoltar el cos molt més que no fem, perquè de vegades el fem anar per mandat de la ment (aquesta és la que compta les víctimes o els trofeus sexuals, dels quals cal aconseguir una bona quantitat, perquè queda molt bé i és molt guai).
    I finalment, potser caldrà que ens plantegem què vol dir “parella”, perquè la manera que no es trenqui una parella, potser (em quedo forçosament en el “potser”, sense remissió) és tenir-ne més d’una. En totes les èpoques de la història, pel dret o d’amagat, moltíssima gent ha tingut amants o dobles vides: Caterina la Gran, François Mitterrand i el veí del replà. Això vol dir que una molt bona proporció de nosaltres vivim en la hipocresia (som lliberals amb nosaltres, però no en donem opció al “cònjuge”: l’enganyem per possessivitat, així ni se’n va ni ens és infidel ell a nosaltres) i instal•lats també en tòpics com que les dones sí poden ser amigues dels homes (defensat en molts casos per les dones) o que les dones i els homes rarament poden ser simples amics (defensat habitualment pels homes). Mirem els reportatges del National Geographic, observem com es tracten els mascles i les famelles, i prenem-ne nota: veurem que desoir la nostra constitució no és alterar-la, sinó confondre’ns nosaltres solets.
    No és casual que alguns capellans acabin foten mà als nanos: l’Església continua negant que una persona viva, religiosa o no, té impulsos sexuals... i com ho nega, aquests impulsos rebenten per allà on sigui.
    No cal dir, tampoc, que estic totalment d’acord amb tu que ens cal molt un treball cap dins: saber trobar a l’interior allò que no pertany al defora, allò que no hem de buscar en una parella, ni en una amant, ni en un amic, perquè forma part del bagatge més íntim de la nostra persona. Estem ple de recursos que ignorem, un cop més per la pròpia sensació de poca vàlua (alguns traslladen la vàlua a la superfície: la tenen perquè l’han dipositada en el seu rellotge, el seu cotxe, la seva roba o el seu càrrec, però si burxessin una mica, veurien també la buidor que els espanta dins seu). I així anem tirant buscant molts cops on no toca les millors coses de la vida.

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  5. Però Joaaaann!! Tú i jo sí que som amics, i som home i dona nooo??

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  6. Primer de tot felicitats per haver-te decidit. Suposo que estàs en un moment en que expressar és important. Jo trobo a faltar a vegades "despullar-me" com has fet tu en aquest escrit, sovint parlo de coses massa serioses i que laguna gent pot creure allunyades de la vida real. Tinc 41 anys i he passat per unes quantes relacions, parelles apassionades, noies amb les que he viscut un any, matrimoni i separació ... la suma de tot això ha estat molt bona, potser perquè crec que en general jo m'he mimat molt a mi mateix. Com que és molt complicat i en el fons tinc vergonya, prefereixo explicar-t'ho tot dinant un dia, per exemple.

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  7. Jolin Dinamitaaaaa,

    Pedazo de primer artículo…. queremos otro yaaaa!!!

    A ver, los hombres no pensamos que seáis “tontonas a las que hay que engañar con palabras de amor para poder follaros”, pero sí que vuestra búsqueda fisiológica (está científicamente demostrado q tenéis el amor y el sexo en hemisferios cerebrales diferentes, de forma q no sabéis disociar uno del otro con facilidad, al contrario q los hombres) de un mínimo de cariño y compromiso en el tio con el q os gustaría tener relaciones sexuales, nos obliga a tener q “venderos un poco la moto”, siempre con unos límites éticos claro, si queremos evitar q nuestro preciado miembro reproductor se marchite por falta de uso….

    Y digo límites éticos xq últimamente estoy observando en bastantes de las chicas q más cariño y estima tengo, la confirmación de lo q yo creía hasta ahora un mero topicazo: que cuanto más cabrón es el chico, más se enamora la chica. Pues es cierto. Sin embargo, hay q saber hacerlo de manera q “parezca un accidente”, es decir, manipular emocionalmente a la chica sin q ésta se dé cuenta, dándole una de cal y otra de arena, y utilizando para ello una dosis altísima de permanente ambigüedad que la clave está en q parezca racional (es decir, amparada por motivos a priori muy comprensibles), de forma q la chica incluso lo defienda a muerte ante las personas q intenten abrirle los ojos.

    Pues bien, ojo con esta chusma de personajillos xq son tóxicos, como bien los describe Walter Riso en su libro “Amores Altamente Peligrosos”, y por experiencia personal diré q empiezan a existir chicas q también lo son. Normalmente son gente con problemas psicológicos, o traumadas de anteriores relaciones, o con una baja autoestima q necesita confirmarse permanentemente q encuentran un terreno abonado de víctimas, pero ojito q no el único, en todas las personas de buen corazón, confiados y nobles pero con escasa personalidad y sin muchas aficiones ni amistades,….en definitiva, personas dependientes emocionalmente q venden su dignidad e integridad personal al primer postor y q pueden acabar en medio de una profunda depresión por culpa de esta gentuza.

    Aquí es donde pienso q se rompe la teoría del príncipe azul de la cual yo siempre he sido un firme defensor, pero hoy pienso que está en declive. Me explicaré: las chicas, de boquilla, dicen q buscan un chico q las mime y las cuide, además de ser guapete, inteligente, con dinero y muy divertido, es decir, q no renuncian a nada xq están acostumbradas a q sus padres les hayan proporcionado una vida llena de facilidades. Sin embargo, en realidad, cuando encuentran a un príncipe azul, siempre incompleto en algún aspecto claro (xq la perfección han llegado a aceptar q no existe), acaban cansándose de él, tal vez no enseguida, pero lo hacen, ya q para ellas ha dejado de suponer un reto, y esto cercena de raíz toda pasión anterior. Somos una generación inmadura, q lo quiere todo, q se cansa enseguida de la cosas y muy consumista….y en el amor esto se traduce en pretender que la pasión y la chispa, dos elementos lo suficientemente importantes como para no renunciar a ellos, no desaparezcan jamás, lo cual es a todas luces un imposible, xq el fuego se torna brasas y al final meras ascuas y todo tiene sus fases, pero claro, ese tipo de gente tóxica de los q hablaba anteriormente consiguen, manteniendo vivo ese reto de “conseguir q se enamore de mi”, q la pasión no sólo no desaparezca sino q aumente exponencialmente. Entramos en una nueva era en la que el Príncipe Azul ha sido asesinado por el Príncipe Tóxico xq éste, aunq no lo parezca y mientras dura su juego manipulador, es más completo al basarse en la dependencia, la cual es más intensa y desconcertante q el amor.

    Por cierto, yo era uno de los chicos de la fiesta.

    Un saludo a todos!

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  8. Vale Xavi, lo he pillao. Pero me quedo mucho más tranquila después de leer tu comentario porque el sábado me dejaste asustaíca viva. Un besazo miniñooo!!

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  9. Bridgi, felicidades por tu blog y sigue así!!!!

    Una pregunta, por alusiones: Princep Groc, eso de que está demostrado científicamente que las mujeres tenemos el sexo y el amor en hemisferios diferentes...de qué revista científica lo has sacado?? Es que en la Facultad no me enseñaron nada de eso y no sé si es que hice campana ese día o es un descubrimiento reciente....

    Saludos!

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  10. Britgita..ya soy fan !!
    Sí que es verdad que la sociedad nos ha aleccionado con encontrar a nuestro hombre (yo paso de llamarlo príncipe azul), y muchas veces sabiendo que no funciona se tira p'alante porque claro, no vas a estar sola??..
    Sí, es un ERROR..totalmente de acuerdo, y se ha de ser valiente para acabar con esto. En época de nuetras madres esto no era nada fácil, las cosas van cambiando sí, pero aún hay muchas parejas que "se aguantan" únicamente unidos por una hipoteca.
    Qué narices!! si das con una pareja que te quiere, te entiende, se compenetra contigo..y es ideal..pues oye, a disfrutarla...pero que no sea un objetivo en la vida..que son 4 días y hay mil cosas por hacer.
    Venga va..otro artículo !!

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  11. Molt bé Bridget!!! jejeje..

    M'agradat molt el concepte del princep tòxic, i comparteixo l'opinió en que molta gent avui confon el cosum, al que em refereixo, utilitzem les persones com objecte de consum, i quan ens cansem volem un altra cosa, som la genració insatisfeta, no es sap valorar el sentit de la vida.. (el fruit de la nostra generació, sempre ho hem tingut tot, educats per a no privessim del què volíem, però ningú ens va guiar perquè sabéssim que és allò que volem, només sabem el que no volem...) ... hi ha persones que tampoc enten molt bé les fases de l'amor i s'estanquen el la fase química, són els addictes en las sensació de l'enamorament. En la vinya de senyor hi ha de tot. Esperem com la Bridge trobar alguna perosana emocionalment sana,...

    jajaja quin rotllo, deu ser el temps???

    esperem ansiosament més articles,...

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